jueves, 7 de agosto de 2008

IV

Aún hoy se preguntan en las calles de su pueblo por qué ella actuó así.


Puede que esperasen un discurso en la plaza principal, en medio de todos, en el que se autoproclamara reina y señora de todas las ligeritas de cascos. Hubiera sido al menos entretenido.

Después de su autoproclamación, se hubiera procedido a ruegos...e insultos, para luego llevarla a un lugar donde tirarle piedras hasta morir.


Pero ella prefirió callar aún sabiendo que se exponía a la regla universal: "El que calla otorga".


Y aunque físicamente no se pudo llevar a cabo aquel proceso de escarnio público, ellos se valieron de otros métodos con resultados que ella, ligera como es, se pasó por los cascos.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

q influyente q soy madre xd

Soadcete dijo...

Ya se hechaba en falta las actualizaciones, me gusta la forma en la que relatas, respecto a las demas personas ... ¿Que demas personas existen en nuestra vida? las que dejamos entrar, asi que aunque estes rodeada, puedes estar sola ;)